El malévolo eucalipto invasor
Declaramos la camelia árbol de las Rías Baixas, viniendo de China, las mismas rías que se repueblan de almeja japónica, maduramos nuestros vinos en roble americano o la invasora vaca frisona ha hecho desaparecer a la rubia gallega. Estos son algunos de los numerosísimos ejemplos en los que agricultura, ganadería, acuicultura o forestal están colmatados de especies foráneas. Sin embargo, cada vez que se habla del eucalipto es el alien fruto y origen de todos los males.
Este discurso recurrente de hace 40 años se volvió a activar hace dos, fruto de un Comité de Flora y Fauna del ministerio, donde la neurosis obsesiva por esta especie debió de centrar el discurso, en lugar de hacerlo, por ejemplo, el maíz o la patata. El mismo ministerio luego asumió un informe contrario de la Universidad Politécnica de Madrid. Y estos días se reactiva el debate por enésima vez.